Publicado por: Coceta
Catalunya / Numero_12 | Lun 01 - Dic - 2008

En tiempos duros, Cusó innova

En 2005, antes de que todo el mundo hablara de crisis económica, los tapiceros de Cusó, una cooperativa de artesanos de Barcelona, ya detectaron un bajón en las ventas. Lo primero que hicieron fue reducir gastos, pero, además, se lanzaron a renovar la web de la tienda, invirtieron en materiales de promoción y empezaron a trabajar con un diseñador de prestigio para una nueva línea de productos.

Habitación tapizada artesanalmente por Cusó Tapiceros en un hotel de Barcelona

Habitación tapizada artesanalmente por Cusó Tapiceros en un hotel de Barcelona.

¿Paradójico? “Siempre he visto a Cusó como una empresa y no sólo como un taller. Había que mostrar el producto y, a la vez, mantener nuestras habilidades: el tapizado artesanal para interioristas, arquitectos, diseñadores y particulares”, explica Clara Delgado, socia trabajadora de Cusó. Hoy notan la crisis como todos los sectores, la facturación ha bajado y los socios se han recortado los sueldos un 30%, pero han instalado un escaparate con un salón de muestra en el almacén de sofás, tienen proyectos en cartera como un outlet y mantienen todos sus clientes. “Con la Federación hicimos un estudio de márketing que nos dio mucha seguridad. En tiempos de crisis, ser cooperativa puede ayudar. Hay que estar más unidos que nunca, trabajar más y reducir gastos”, añade Delgado.

Ante la crisis

La crisis es una realidad para todas las empresas y las cooperativas no están al margen de la pésima coyuntura económica. En Catalunya, la Federació de Cooperatives de Treball (FCTC) ha dado a conocer algunas acciones básicas que las cooperativas pueden aplicar en sus empresas para minimizar el impacto de la recesión. Para 2009, Miquel Miró recomienda “gestionar bien, resistir y aprovechar las oportunidades en todos los ámbitos”. Aun así, según el director de la FCTC, “desgraciadamente, muchas empresas tendrán que hacer grandes sacrificios. El presupuesto del año que viene debe ser prudente sin ser excesivamente conservador. No olvidemos que la crisis puede ser también una oportunidad y que las empresas que gestionen bien, sean ágiles y se preparen pueden salir reforzadas”.

La nave industrial de Mol Matric, líder en la producción de componentes para automóviles, tendrá las máquinas funcionando sin parar al menos hasta 2010. La clave para poder aguantar el tirón en uno de los sectores más castigados por la crisis ha sido el funcionamiento cooperativo de la empresa.

Anticiparse

Hace tres años, los socios de Mol Matric apostaron por la capitalización, la formación, la adquisición de nueva maquinaria y la diversificación. Gracias a esa estrategia, la empresa tiene trabajo y proyección de futuro, aunque, según Máximo Villafranca, responsable de calidad, no queda espacio para el triunfalismo: “La situación actual no es mala, pero tampoco podemos decir que nos va muy bien. Tenemos que trabajar mucho y muy duro para no perder dinero. Las casas de coches ofrecen menos dinero para realizar sus nuevos proyectos, y eso nos obliga a ajustar mucho los presupuestos. Por otro lado, nuestros clientes nos obligan a avalar los anticipos entregados. Esto supone un esfuerzo económico que no teníamos previsto”.

Sólo en octubre de 2008, las ventas de coches en España han caído un 40%, según las asociaciones de fabricantes (Anfac) y vendedores (Ganvan). Mol Matric sigue dependiendo en un 60% de la industria automovilística, pero el 40% restante está orientado a la producción en nuevos sectores. “Gracias a la diversificación tenemos trabajo garantizado durante todo el año próximo con el ferrocarril y la energía eólica”.