Publicado por: Coceta
Comunidad Valenciana | Mie 11 - Ene - 2017

Ejemplos: la experiencia de la cooperativa Covalser 2013, de la Comunidad Valenciana

La Federación Valenciana de Cooperativas de Trabajo Asociado (FEVECTA) ha incluido en su blog la experiencia de la cooperativa Covalser 2013.  “Emprender no tiene por qué salir siempre a la primera, si ése es el caso, lo que toca es tomar nota y aprender de los errores”, dicen. En su artículo del Blog semanal cuentan esta experiencia emprendedora y el cómo sus socios han encontrado sus mayores fortalezas en el hecho de ser cooperativa.

Esta es su historia:

“Nadie dijo que emprender fuera fácil y tampoco nadie te asegura que salga bien a la primera. De hecho, son muchos los emprendedores de éxito que cuentan con algún fracaso en sus inicios y, además, lejos de sentirlo como un agravio, lo hacen valer como un activo empresarial que prueba que han aprendido de la experiencia, que dice el refranero que es la madre de la ciencia. Pues bien, COVALSER 2013 S.COOP. V es un claro ejemplo de que hay segundas oportunidades y de que con entusiasmo, convicción en el proyecto, trabajo en equipo y una pizca de esfuerzo el éxito acaba llegando.

Así ha sido para este grupo de cinco personas que hoy integran esta cooperativa de trabajo asociado dedicada a la comercialización integral de productos para oficina y material didáctico. Tres de ellos arrancaron el proyecto hace tres años como socios fundadores, después de vivir el fracaso empresarial de otra cooperativa dedicada desde 2005 a la misma actividad y que, tras algunos años de rodaje y coincidiendo con la crisis económica, comenzó a atravesar dificultades que, unidas a algunos problemas en la gestión de la empresa, desembocaron en el cierre definitivo en 2013.Ahora que el nuevo proyecto ha logrado la estabilidad necesaria, el equipo se completa con dos trabajadoras que se incorporarán en breve a la cooperativa también como socias.

La universidad de la experiencia

La experiencia vivida en la cooperativa anterior supuso para los tres socios que iniciaron COVALSER como una universidad de la experiencia donde aprender de los errores. “Lo vivimos fatal, la verdad, porque no debería haber pasado. Sabíamos que el proyecto podía y debía continuar, pero nunca pensamos seguir por nuestra cuenta. Todo se desmoronaba y cada uno actuamos según nuestro criterio y esperanza de futuro”, recuerda Pilar Fernández, presidenta de COVALSER, quien ve en el hecho de no funcionar en la práctica como una verdadera cooperativa, una de las razones del fracaso empresarial de la firma anterior.

Unos meses antes del cierre, tras hablar con algunos colaboradores y con cooperativas clientes a las que le unían algo más que una relación comercial, Pilar vio que las cosas no se estaban haciendo bien y tomó por fin la decisión de desvincularse de aquel proyecto una vez quedaran cerradas todas las gestiones pendientes que ella mantenía con ellos, debido a “una serie de crecientes discrepancias con los cambios de sistemas y valores en la Cooperativa, que hicieron mi decisión determinante e irrevocable”, explica.

Inicialmente, volver a empezar de cero en el sector creando otra cooperativa no estaba entre los planes de Pilar, pero fueron muchas las personas que confiaban en su buen hacer y le hicieron ver que no hacerlo supondría perder toda la experiencia acumulada, la cartera de clientes y el capital social generado por ella y sus socios. “En todas estas conversaciones recibí muchísimo apoyo. Empezando por algunos colaboradores que me empujaron a seguir con el proyecto ofreciéndome su incondicional ayuda y, siguiendo por las cooperativas clientes que demostraron, si cabe, todavía más cariño y solidaridad, me hicieron recuperar las fuerzas e ilusiones perdidas y, ¿por qué no? No estaba todo perdido y había que seguir adelante. Anecoop fue uno de los pilares de peso y uno de los que más me apoyó en la idea de seguir adelante y contando con su confianza para el desarrollo de la actividad a través de la nueva Cooperativa COVALSER. Hablé con mis compañeros y poco a poco, unos antes y otros después, conseguimos lo que seguimos labrando en la actualidad”, cuenta satisfecha Pilar Fernández.

Y así fue como comenzó COVALSER, cuyos socios quisieron que fuera nuevamente una cooperativa. “Esta vez sí, debíamos ser cooperativa porque todos pusimos nuestro esfuerzo y trabajo y era el momento de hacerlo realidad juntos”, manifiesta convencida su presidenta, quien destaca la satisfacción que supone ser cooperativa donde, ante todo, lo más importante son los principios de colaboración, responsabilidad, igualdad, solidaridad, honestidad y transparencia, y, mucho más, asegura.

En cuanto a los retos y las dificultades que supuso la puesta en marcha de este segundo proyecto empresarial, haberlos los hubo, como recuerdan sus socios, pero lo aprendido de la experiencia les ayudó a no repetir errores. Un ejemplo en este sentido fue el hecho de que en la etapa anterior los servicios a los clientes se atendían desde dos empresas distintas en función de si los productos eran para cooperativas agrarias o de trabajo asociado, aunque en la práctica todo era gestionado a través de las mismas personas. Después de lo ocurrido, “entendimos que nuestra función podíamos efectuarla con más capacidad desde una única empresa cooperativa que, al unificar el volumen global, aumentaría el volumen de compras y obtendríamos, aprovechando la sinergia global, mejores condiciones, precios y servicio y, así ha sido”, confirma Fernández.

Una nueva etapa

“Ya pasado 2014, todo fue tomando forma hasta el momento en que estamos. Que no es poco, dadas las dificultades y problemas externos que iban apareciendo por el camino”, explican los socios. Ahora las cosas van fluyendo correctamente y la actividad ha ido cogiendo impulso. COVALSER inició su andadura comercializando una gama de productos de papelería, material y mobiliario de oficina con más de 13 mil referencias, y consumibles informáticos, además de ofrecer servicio de franqueo postal para envíos corporativos, y poco a poco ha ido ampliando sus servicios. “Hemos incluido mucha más gama de comercialización como imprenta, servicios generales de limpieza y celulosas y planes de higiene, uniformidad escolar y ropa laboral, informática, libros de texto, rotulación, artículos publicitarios, edición de documentos, y suministros INTEGRALES”.

Para Pilar, la clave fundamental para que las cosas vayan bien “no es vender, sino suministrar y dar respuesta a aquello que necesitan las cooperativas, y tratar de negociar, aprovechando sinergias, los mejores precios y calidades, pero añadiendo sobre todo, un servicio personalizado en todas y cada una de las gestiones que llevamos a cabo”.

El lema de COVALSER es “considerar cada pedido o servicio como si fuera para nosotros. Somos una extensión de cada uno de nuestros clientes, sea cual fuere su volumen individual y medios”. El resultado de estos tres años de trabajo no ha podido ser mejor. “Cada día nos alegramos de nuestros logros, y las incidencias o problemas que surgen, una vez solucionados, nos facilitan ideas para al día siguiente tener otros planes B o C para superarlos y no repetirlos”, confiesa Pilar.

Además, la manera de trabajar de COVALSER es un claro ejemplo de lo que puede conseguir la Intercooperación, ya que sus principales clientes son cooperativas de enseñanza, agroalimentarias y de trabajo.

Perspectivas de futuro

COVALSER ha decidido apostar también por las tecnologías y ya disponen de tienda on line, aunque en una fase inicial. “En principio solamente hemos incluido el tema de material oficina integrado y, poco a poco, iremos incorporando todos los productos y servicios que ofrecemos. De momento tiene poca repercusión pero, este año irá completándose y comenzar también la línea de venta on line”.

Con todos estos ingredientes, las perspectivas de futuro son halagüeñas. “Lo que le pedimos a 2017 es consolidar todo este proyecto y sus sistemas de trabajo, evolucionar en ello, conectar y ampliar servicios, introducir aún más el comercio on line y las nuevas tecnologías, desarrollar nuevos mercados y ampliar nuestras redes geográficamente”. Nada más ni nada menos.