Publicado por: Coceta
Comunidades Autónomas / Navarra | Jue 16 - Abr - 2015

El reconocimiento a las personas, herramienta clave de gestión empresarial

Por ANEL/.- El reconocimiento es una herramienta clave en la gestión empresarial y un refuerzo fundamental en la relación de la empresa con los trabajadores, según explicó Jokin Tabar de Tabar Sistemas Eficientes, en la segunda sesión del Taller “Generando entornos positivos, una apuesta por la eficacia” del Programa de Liderazgo de la Asociación Navarra de Empresas Laborales (ANEL).

La sesión, centrada en la “positividad” como competencia, contó con el testimonio de Jokin Tabar que abordó la experiencia de su empresa en la generación de entornos positivos. Y esto lleva “a la efectividad de la organización y las necesidades de satisfacción, desarrollo personal y de trabajo de las personas”. A lo que añadió: “es un área de apoyo muy importante para el logro de los objetivos de toda la organización”.

Tabar Sistemas Eficientes está especialmente dedicada al montaje y mantenimiento de instalaciones industriales de fluidos y gases. Así operan con los sectores más exigentes como el alimentario y el farmacéutico gracias a una plantilla altamente cualificada y a los métodos y herramientas innovadores empleados, priorizando siempre el servicio de prevención de riesgos y la seguridad en sus proyectos. “Contamos con un departamento de ingeniería que ofrece el asesoramiento técnico, el diseño, la instalación, legalización y puesta en marcha adaptándose siempre a las necesidades del cliente”.

Se trata de una empresa con “larga trayectoria y clara vocación de servicio” creada en 1987, que ha ido creciendo a lo largo de los años hasta el día de hoy que “contamos con 35 trabajadores”, añadió Tabar. A su vez forman parte del Grupo Empresarial de Eficiencia Energética integrado por cuatro empresas complementarias en la actividad que dan trabajo a 70 personas.

En este entorno, Jokin Tabar destacó que “consideramos a los trabajadores como una pieza clave en el desarrollo de la organización, ya que permite la realización de las metas de empresa, elevando su papel a una posición estratégica”.

En su día, uno de aspectos en los que se encontraron con una clara demanda por parte de los trabajadores fue un mayor reconocimiento. “Cuando se reconoce a la gente eficazmente, se refuerzan las acciones y comportamientos que la organización desea ver repetidas por los empleados, coincidiendo y alineándose perfectamente con la cultura y objetivos generales de la empresa”.

Así en 2011 diseñaron una herramienta a través de la cual “se reconocen cualidades y los valores de empresa entre todos los integrantes del grupo Tabar”. Se trata del Premio Colibrí, por el que los trabajadores se puntúan entre ellos. Otra acción ha sido, desde 2013, el personalizar las cestas de Navidad. “Todos los artículos que forman parte de este obsequio a los empleados, son productos realizados por nuestros clientes y en los que de alguna forma ellos y Tabar contribuyen a su elaboración”, indicó.

Incluyen a su vez un resumen informativo, a modo de Newsletter, de las instalaciones y trabajos realizados a lo largo del año, resaltando que “los protagonistas son los trabajadores que han llevado a cabo estos proyectos, agradeciendo a ellos y sus familias el esfuerzo realizado por todos”.

Buscar ritmos nuevos

Esta sesión forma parte de uno los Talleres que constituyen el Programa de Liderazgo de ANEL que se basa en el desarrollo de las seis competencias clave para ejercer un liderazgo participativo.

En concreto el Taller, impartido por Marina Lázaro, trabajó la competencia de la positividad con herramientas como el clima laboral, la satisfacción y el reconocimiento. Como explicó Lázaro, la positividad es “poner la atención en lo posible”. Se trata de “una herramienta más y gestionar personas es como bailar, tenemos que generar ritmo en las personas… No tengo que imponer mi ritmo tengo que acompañar y buscar ritmos nuevos”.

En una organización, aseguró, “hay momentos emocionales distintos. La clave es aprender a gestionar esas emociones. Lo importante no es estar a tope de positividad, sino gestionar los diferentes estados emocionales de las personas”.

Sin embargo, considera que todavía “estamos en la cultura del esfuerzo, del debería” por lo que “solo agradecemos y reconocemos cuando alguien hace algo extraordinario”.

El auténtico cambio en las empresas se produce cuando tienen en cuenta aspectos como que “cada vez que entramos por la puerta contribuimos al clima de nuestra organización, por eso tenemos que trabajar nuestra emoción.

Tenemos que hablar de relaciones efectivas para generar resultados, no de llevarnos bien o mal con las personas con las que trabajamos”.