Los trabajadores forman una cooperativa tras el cierre de su empresa en Ibiza

Seis trabajadores de una carpintería ibicenca decidieron comprar la empresa al propietario que se jubiló y despidió a sus 20 trabajadores tras un Ere por cierre en abril.

Los socios de la cooperativa junto a una técnica orientadora de Uctaib.

Al detectar la viabilidad del negocio y la importante cantidad de clientes que se iban a quedar sin los servicios de carpintería, el abogado de la empresa (que a su vez forma parte de una cooperativa) asesoró a los trabajadores para que pensaran en la posibilidad de llevar adelante la empresa como socios, formando una cooperativa.

“Mientras cerraba la carpintería, lo pensamos, buscamos información y al ver que todos nos quedábamos sin trabajo decidimos emprender la cooperativa con el apoyo de la Uctaib. Hablamos con el dueño que estaba interesado en alquilar el local y nos estamos preparando para poder comenzar a funcionar en el mes de junio”, explicó Marinela Torres, que se ocupa de las tareas administrativas de la carpintería.

Los trabajadores iniciaron el proyecto solicitando el pago único de la prestación por desempleo. La organización del trabajo ha sido un problema menor para ellos, ya que llevan muchos años compartiéndolo diariamente. “Nos conocemos desde hace años. Mis compañeros son todos oficiales de primera y pensamos que como socios todos seremos iguales, estaremos en régimen general, trabajaremos las mismas horas y ganaremos lo mismo”, agregó Torres.

En cuanto tengan abonado el pago único de sus prestaciones, El Fuster de Eivissa (nombre que tienen pensado darle a la cooperativa) podría comenzar a dar respuesta a los clientes que están a la espera. “A nosotros vienen particulares o empresas que nos dan trabajos para un año. Tenemos que hacer cosas para gente con mucho poder adquisitivo y ahora mismo tenemos trabajos que no podemos aceptar porque necesitaríamos contar en un futuro con más gente”, concluyó Torres.