Publicado por: Coceta
Navarra | Mie 26 - Abr - 2017

Innovación, laboratorio y producto, claves en los más de 50 años de la cooperativa Gurelan Mycelium de Navarra

ANEL-/  Más de cinco décadas llenas de trabajo, esfuerzo, investigación y desarrollo han hecho posible que la cooperativa de trabajo asociado Gurelan Mycelium, con sede en Huarte, Navarra, sea un referente nacional en el proceso de elaboración de micelio y de sustrato de hongos comestibles.

Muchas cosas han cambiado desde su nacimiento como cooperativa agraria en 1963, hasta nuestros días. En esta empresa, asociada a la Asociación Navarra de Empresas Laborales (ANEL), siempre se ha trabajado con proyectos de investigación, desarrollo y mejora de los procesos, por lo que la innovación, e mantenimiento del laboratorio y la calidad producto son los tres pilares sobre los que se asienta esta cooperativa histórica en Navarra.

Gurelan nació en 1963 como cooperativa agrícola y en la década de los 70, contando con el impulso y la experiencia de personas que habían trabajado en la industria farmacéutica, se inicia la producción de micelio para el cultivo de hongos, principal área de negocio de la empresa desde entonces. Así, cuenta el gerente Juan Miguel Artázcoz Zabalegui, a lo largo de estos más de 50 años, Gurelan “ha ido creciendo gracias a la confianza de los clientes en la empresa y en su producto. De manera continua se han acometido proyectos de investigación, desarrollo y mejora de los procesos de producción de micelio. Como ejemplo de este esfuerzo de desarrollo e inversión estarían la planta de producción puesta en marcha en 2002 y el proceso de producción en masa de micelio de 2014”.

Según el gerente de Gurelan, Juan Miguel Artázcoz Zabalegui, “lo fundamental para mantenerse en el mercado y seguir creciendo es el laboratorio, el mantenimiento de las cepas, los criterios para realizar la replicación, por tanto, fiabilidad en ese producto que llevamos haciendo tantos años. Además de todo esto, la competitividad en el precio es fundamental y nuestra empresa se sitúa en un 30% por debajo de las multinacionales”.

I+D+i, factor clave

Gurelan integra la mejora continua en su sistema de gestión y su capacidad innovadora a nivel técnico, organizativo y financiero y se plasma en los trabajos de investigación desarrollados en los diferentes proyectos en los que participa. “Nuestra decisión estratégica consiste en invertir en I+D+i, acorde con la filosofía de revisión continua y búsqueda de la máxima calidad en toda su actividad. En un entorno caracterizado por los cambios rápidos e inesperados, esta práctica investigadora proporciona a Gurelan desarrollos tecnológicos propios que le permiten ofrecer mejores productos y servicios orientados a la satisfacción de sus clientes”.

El proyecto de innovación en el que han estado trabajando durante los últimos tres años, es el Nuevo sistema de producción en masa, cuyos objetivos son: “desarrollar una nueva línea de producción en masa y comercializar un nuevo formato de micelio; incorporar tecnología y equipos utilizados en la industria farmacéutica y aplicarlos a los procesos de elaboración de micelio comercial, aumentando las garantías de calidad y fiabilidad del producto final y, por último, la automatización y control del tratamiento de las materias primas y de los parámetros del proceso, lo que permite obtener un producto todavía más homogéneo”.

Con un coste de 1.200.000 euros, ha supuesto un antes y un después en la cooperativa de Economía Social. Un proyecto muy innovador que “a base de ensayo-error” les ha permitido pasar de hacer una bolsa de 3 kilos a una de 9 kilos, reducir el proceso de cocción, esterilización e inoculación de 3 ó 4 días a 3 ó 4 horas. “Esto nos permite que haya muchos más puntos de crecimiento, le quitamos 10 días al proceso y somos capaces de producir más”, explica Artázcoz Zabalegui.

En otro proyecto I+D+i se desarrolló la Producción de un sustrato estéril para hongos exóticos que ahora está dando sus frutos; “llevamos tres años con incrementos en esta sección del han hecho sino aumentar las ventas. Así, durante el primer año del proyecto aumentaron las ventas un 30%, el segundo un 43% y este año esperamos acabar el ejercicio con un incremento de mas del 20%. Pasando de ser el 7% de la facturación a representar el 17%”.

El segundo punto innovador que han implementado en la cooperativa es la implantación del sistema de flexibilidad por el desempeño de trabajo, que comenzará a estar en vigor el mes de junio. “El sistema de flexibilidad permite, por un lado, que sepan manejar autoclaves y, por otro, que haya turnos en los que todos sepan manejar todas las máquinas”, comenta el gerente.

Y en cuanto al tercer punto de innovación y que se sitúa en un nivel más externo, se contempla la exportación. “A nivel nacional trabajamos con todos los clientes de este sector, pero este nuevo sistema en masa, nos permite acceder a clientes de exportación”, asegura. “Han sido muchos cambios, funcionamos con otros ritmos. Ahora estamos en el punto dónde queríamos estar, supone un reto y un proyecto muy bonito”, añade.

Sustrato y micelio

El 85% de actividad consiste en la producción de micelio de hongos comestibles, principalmente especies del género Agaricus (champiñón) y Pleurotus (seta ostra y seta de cardo). El proceso de producción de micelio que se desarrolla en Gurelan constituye la primera fase en la producción de hongos y setas. El micelio del hongo crece sobre diferentes soportes físicos que permiten su distribución en los sustratos utilizados para su cultivo.

Así, han desarrollado una tecnología de producción de sustrato para el cultivo de diferentes especies de hongos comestibles basada en “el uso de materias primas controladas desde su origen, y en la utilización de tecnologías de esterilización para la obtención de sustratos altamente productivos”. Para cada especie de hongos se utiliza un sustrato específico.

En cuanto al micelio, tras 30 años de experiencia en su elaboración, el equipo técnico de Gurelan ha desarrollado un nuevo sistema de producción “con la finalidad de adaptarse a las normas más exigentes de calidad y atender a las demandas de los clientes mediante la tecnología más moderna”.

“El proceso desarrollado implica el uso de un equipamiento de diseño exclusivo que permite hacer, en condiciones completamente controladas, más homogéneas y estables, el conjunto de operaciones que supone la producción desde la cocción a la inoculación. Lo novedoso del proceso, agrega, lo aporta el diseño del reactor, que permite transformar el proceso productivo mediante la realización en masa de las operaciones de cocción, esterilización e inoculación (que se agrupan en un único sistema), antes de llevar a cabo el envasado”, concluye el gerente.