En primera persona
DOSSIER. GRANDES TEMAS DEL COOPERATIVISMO
PALOMA ARROYO*
Paloma Arroyo entre el vicepresidente de Coceta, Alberto Boronat, y el presidente, Juan Antonio Pedre?o.
Con ocasión de la impartición de conferencias sobre el tema de la equidad de género, o sobre la situación de la mujer en la cooperativa de trabajo, en los coloquios posteriores surgen preguntas dirigidas a conocer cómo he llegado a la dirección de Coceta. Quienes conocen el mundo del cooperativismo ?sus principios y valores? consideran su factibilidad por cuanto tiene de consonancia con la figura empresarial. Sin embargo, si vuelvo la vista atrás he de se?alar que cuando comencé en Coceta era la única mujer en un entorno completamente masculino; no sólo en lo asociativo, no existían mujeres en los puestos de dirección de las entidades estatales ni autonómicas de cooperativas, ni en muchas de las propia cooperativas, a excepción de las textiles e incluso en ellas era “extra?o” que fuera una mujer la que la presidiera.
En el primer consejo rector en el que participé no había mujeres consejeras. Eran los inicios de los ‘90 del pasado siglo. Mis primeros meses fueron duros, pues se unía que la confederación iniciaba su andadura, junto a las reticencias ?que las hubo!, de algunos consejeros. Estaba casi todo por hacer en la Confederación, mi empe?o en no dejar las cosas a medias y el gran apoyo y confianza que me otorgaron el entonces presidente de Coceta, V. Forgas y consejeros, como el actual presidente J.A. Pedre?o, o A. Gracia, J. Mazón, J. Ferrer, D. Lozano… consiguieron que no me doblegara y siguiéramos en la construcción de la actual Coceta. La gestión desarrollada en mi primer a?o, me consta que, sirvió para que otras entidades, estatales y autonómicas, incorporaran mujeres en puestos de dirección. Han pasado más de 20 a?os y la presencia de la mujer en el asociacionismo y en las cooperativas de trabajo ha aumentado, incluso en mayor proporción que en otras figuras empresariales.
Sin embargo, la tarea no ha acabado, aún quedan barreras que derribar, es una labor del día a día, en la que hay que compartir y corresponsabilizarse no sólo con la familia, sino con toda la sociedad. Para seguir avanzando, mi consejo es que hay que actuar y demostrar la valía, así se eliminan los tópicos. Hemos de tener en cuenta que trabajamos en un entorno que ha sido creado por hombres y tenemos la obligación de readaptarlo para ambos géneros. En este tiempo las mujeres hemos demostrado que estamos a su altura en lo laboral, pero ?y ellos?, ?han hecho lo mismo en el ámbito doméstico y familiar?
* Paloma Arroyo es directora de Coceta desde sus inicios, hace ya 25 a?os.
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