Publicado por: Coceta
Entrevistas / Numero_8 | Sab 01 - Mar - 2008

“Las cooperativas de trabajo son una excelente forma de crear empleo”

Apostolos Ioakimidis trabaja en la Dirección General de Empresa e Industria de la Comisión Europea, en Bruselas. Es especialista en cooperativas, asociaciones y mutualidades. En esta entrevista habla del concepto de la Unión Europea (UE) sobre el cooperativismo.

Apostolos Ioakimidis

Edad: 56 años.
Estado civil: casado.
Hijos: dos chicas.
Película favorita: Zorba el griego.
Lugar favorito: La isla griega de Syros.
Libro favorito: La insoportable levedad del ser.
Cuando estoy aburrido… trato de organizar mis próximas vacaciones en las islas griegas.

PREGUNTA: ¿Qué opina de las cooperativas?

RESPUESTA: Son una muy buena forma de hacer negocio, combinando emprendimiento con objetivos sociales. No creo, de todas formas, que se deba mirar sólo los aspectos sociales.

P: ¿No tienen componentes sociales?

R: Depende de lo que entendamos como ‘componentes sociales’. Si hablamos de empleo, éste es obvio en las cooperativas de trabajo, pero no tanto en las de crédito. Yo pongo el acento en la relación entre los miembros.

Voy a contar una historia. En la isla de Syros, en Grecia, hay una cooperativa de mujeres ex amas de casa, que hace cátering. Syros es un lugar muy turístico durante el verano. Pero como es la capital de las Cicladas, durante el invierno hay mucha gente que se queda, trabajando para la Administración, por una o dos semanas. Comen en la cooperativa de mujeres, que es uno de los mejores lugares y es barato. Ellas no tienen que pagar dividendos. No están interesadas en hacer muchos beneficios, pero están muy felices porque no dependen de sus maridos. Este tipo de cooperativas no contratan a ningún empleado. Y el régimen legal griego las considera emprendedoras independientes, no trabajadoras.

P: ¿La UE no reconoce el mérito de estos trabajos en cooperativa?

R: No hay una armonización sobre lo que es una cooperativa de trabajo. Para las autoridades griegas no parece que tengan un carácter social específico, con méritos para ser reconocidas por el Estado, como puede ser el caso de España. Los países de la UE no necesitan armonizar sus regímenes nacionales sobre cooperativas. ¿Quién podría decir que la regulación griega es peor que la española?

P: ¿Qué importancia tiene el hecho de que quienes trabajan sean dueños?

R: Las cooperativas de trabajo son formas empresariales basadas en la solidaridad que generan empleo. Las mujeres de la cooperativa griega podrían perfectamente haber creado una sociedad limitada que las podría haber contratado como empleadas. Luego podrían haber repartido los beneficios. Aunque, eso sí, el espíritu de solidaridad se habría ido.

P: Esa sociedad podría haberles pagado menos…

R: Menos o más, lo importante es que se crea empleo. Un ejemplo: hay un gran casino en la isla, y las autoridades locales son accionistas. Cuando alguna asociación trata de hacer que se vayan, las autoridades dicen que crea empleo. Eso sí, no sé si será de gente local.

P: ¿Cuál es la calidad de ese empleo?

R.: El valor del trabajo en las cooperativas tiene que ver con la ayuda mutua. Hace poco estuve en Lyon con gente de la Confederación de Cooperativas Francesas, y visité una muy bien organizada cooperativa de arquitectos e ingenieros. Querían tener ganancias como cualquier otra empresa. Trabajaban con un número de jóvenes arquitectos que eran empleados y a los que, después de un periodo, les ofrecían hacerse socios. Y algunos de ellos decían que no. ¿Por qué? Porque cuando tú eres dueño de una empresa estás más interesado en su futuro y debes, a veces, trabajar más de ocho horas. Y si lo haces, nadie va a pagar extra.

P: Entre las leyes de la UE hay una comunicación sobre cooperativismo. ¿Cómo se convierte en acciones reales?

R: En los años ’80, cuando Delors, un socialista francés muy pujante, fue presidente de la Comisión Europea, se creó una unidad de Economía Social, de acuerdo a la concepción francesa de que éste es un sector que necesita ser reconocido. Pero hubo reacciones y continúa habiéndolas. Hay Estados que no reconocen el sector como especial. Por supuesto, mucho de esa política queda. El Consejo adoptó en 2006 una regulación para la sociedad cooperativa europea que permite a las cooperativas colaborar a través de las fronteras. La Comisión también adoptó una comunicación que dice, desde el punto de vista de la Comisión, qué tipo de políticas hay que seguir. Se financian estudios, conferencias, análisis de legislaciones o fiscalidad, etc.

P: ¿Se ha creado alguna sociedad cooperativa europea desde 2006?

R: No. Tal vez porque no hay interés, quizá porque la participación de los miembros en los órganos de decisión es un proceso complejo. Mucho me temo que, de momento, es falta de interés.

P: ¿Hay algún fondo especial para cooperativas?

R: No. Son para cualquier empresa. Y la distribución de los fondos se hace normalmente a través de los Estados, que los dan a las regiones; los gobiernos locales son los que saben cómo invertir. Algunos dan a la economía social.

P: ¿Se toman en cuenta los valores cooperativistas en licitaciones públicas?

R: No. El único elemento que puede ser tomado en cuenta es el valor social en alguna de las licitaciones. Hay algunas actividades que sólo los no lucrativos pueden hacer, como el cuidado de mayores. Este tipo de servicios están llevados por empresas no lucrativas como las cooperativas de trabajo.

P: ¿Cuánto dinero público se da actualmente a las cooperativas?

R: No hacemos un conteo específico. Es dinero para todos. No creemos que deban tener financiación por el solo hecho de ser cooperativas. Ojo, quiero que quede claro que las cooperativas son algo excelente. Ayudan a que la gente se una para iniciar empresas con quienes tienen intereses comunes.