Publicado por: Coceta
Internacional / Numero_9 | Jue 01 - May - 2008

Economía social para que se respeten los derechos humanos en las maquilas

Desde hace varios años las organizaciones de derechos humanos vienen denunciando maltratos y violaciones a los derechos de las personas que trabajan en las maquilas (un 70% mujeres) en México.

Taller textil

Un grupo de 500 de estas trabajadoras y trabajadores encontró la forma de salirse de ese maltrato mediante la formación de una cooperativa. Son ex empleadas de Vaqueros Navarra (empresa de origen español), que estaba ubicada hasta hace unos meses en Tehuacán (Puebla), según cuenta un artículo de Guadalupe Cruz Jaimes, de la agencia Cimac.

La historia de la creación de esta cooperativa es larga y compleja. Después de mucho ajetreo, juicios y denuncias por parte de ONG locales por violaciones a los derechos humanos, Vaqueros Navarra tomó medidas drásticas. Directamente cerró sus puertas y despidió a todas las trabajadoras.

“No pedíamos ni liquidación ni dinero, lo que pedíamos era que nos trataran bien, con dignidad, como a personas”, cuenta Azucena Juárez Huerta, ex trabajadora de la maquila y responsable de denunciar que, además del despido, circulaba una lista negra en granjas, comercios, zapaterías, en cualquier negocio o manufactura de fábrica, para que a quienes trabajaban en la empresa “se les niegue cualquier empleo, incluso a nuestros familiares por compartir los apellidos”.

El peso económico del textil

Según Cimac, Puebla aporta el 3,7% del PIB de México. Tehuacán es la segunda ciudad más importante de Puebla. Posee unos 300.000 habitantes, y la industria manufacturera es la más destacada después de los servicios. La industria maquiladora en esta ciudad se inició en los años setenta, con una inversión de familias de origen español y libanés ligadas al “rey de la mezclilla”, Kamel Nacif Borge, propietario de un imperio textil en México, Estados Unidos y Hong Kong. Borge tenía siete plantas en la empresa Tarran, que cerró en 2004 con el consecuente despido de 19.000 trabajadores. El Grupo Navarra, de origen español, fue el que continuó con la producción. Pero hay más empresas textiles internacionales en la zona. Desde 1995, con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, llegaron a Tehuacán marcas mundialmente conocidas como Gap, Levi’s, Abercrombie, Tommy Hilfiger, Limited y American Eagle. Pero a pesar de la inversión extranjera, la sociedad poblana sigue siendo pobre y marginada, y reina la desigualdad. Las violaciones a los derechos humanos son una triste moneda corriente.

Azucena, de 27 años, había trabajado nueve años en Vaqueros Navarra. Allí aprendió, a fuerza de presión, los distintos tipos de costura. “Casi me da una embolia. Tenía que apurarme para sacar la producción. Por ejemplo, un tipo de costura es el pegado de la bolsa trasera de los pantalones de mezclilla. Las nuevas trabajadoras tenían que hacer 600 prendas en un día, y a los dos días llegar a las 1.500 diarias”.

Conforme la empresa realizaba despidos, las tareas se duplicaron para quienes continuaban en la maquila, con el mismo sueldo y menos permisos para ir al médico o cuidar a familiares. “Era tanto el estrés, la presión y el cansancio que me dio una parálisis facial del lado derecho”, cuenta Azucena a Cimac.

Salario digno y vida digna

Con la liquidación en especie que realizó la empresa, y ante la imposibilidad de encontrar otro empleo en la misma ciudad, el grupo decidió crear una cooperativa. Martín Barrios, asesor legal de las ex trabajadoras de la textilera, explicó a Cimac que el “Grupo Navarra tenía en sus mejores momentos entre 9.000 y 25.000 empleados en nueve plantas. A finales de 2006 tenía alrededor de 1.800, en ocho líneas de producción, y la capacidad para hacer 25.000 prendas diarias de pantalones”. Con la nueva cooperativa, las trabajadoras no esperan acercarse a estas cifras, sino trabajar las horas necesarias para sacar un salario digno.

Suponen que podrán porque ahora las ganancias de la cooperativa las repartirán entre quienes trabajen en ella. Las ONG locales les están apoyando en la formación del nuevo emprendimiento.