Publicado por: Coceta
Numero_18 / Opinión | Mar 09 - Mar - 2010

¡Hacer visible a la economía social!

EDITORIAL

Afrontamos este primer número del año en un momento de dilema social y económico. Durante las últimas semanas asistimos a declaraciones gubernamentales dirigidas a poner freno a la crisis económica, declaraciones que en mayor o menor medida, a veces, se ven matizadas en función del revuelo social que se haya podido producir. Se anuncian grandes cambios, nuevas leyes, incluso se trata de cambiar el modelo productivo. Y dentro de estos nuevos vientos que soplan, desde Empresaytrabajo.coop no queremos permanecer estáticos. También hemos comenzado a introducir cambios, nuevas secciones, como la de Cooperación al desarrollo. Ganando espacios para secciones habituales, intentamos adecuarnos a la realidad y ofrecer un mayor y mejor servicio de lo que acontece alrededor y en el cooperativismo de trabajo. Los cambios introducidos en este número son los primeros de una serie que esperamos culminar a lo largo del año, para lo que desde aquí solicitamos su colaboración, no sólo para leernos, sino también para sugerirnos. Hemos recuperado una doble página en Nacional, donde agregamos Cooperación al desarrollo, y presentamos un reportaje sobre la que, sin lugar a dudas, constituye para nuestro sector la noticia con mayúsculas: por vez primera en la historia de nuestra democracia, un presidente del Gobierno ha participado en un acto promovido, organizado y protagonizado por la economía social. En dicho encuentro las autoridades asistentes han podido conocer lo que hay detrás de la economía social. Se ha visibilizado a las empresas y entidades que la conforman, y aún más, ha servido para que la sociedad sepa que existen fórmulas empresariales, más allá de las tradicionales, que ponen la esencia en la persona.

Durante el encuentro con Zapatero, el Gobierno pudo conocer qué hay detrás de la economía social

Esto, lo que contamos en cada número de este periódico, es lo que se le ha contado al presidente del Gobierno y a la sociedad. Y ello reviste una mayor importancia, pues en estos momentos es cuando más se necesita de instrumentos y de herramientas o fórmulas que sean exponente y baluarte de que no todo está perdido, que se puede organizar la producción y gestionarla empresarialmente de manera diferente a lo tradicional y, con ello, generar expectativas de futuro. En definitiva, que se puede y se debe recobrar la ilusión y la confianza perdida.

Estamos ante empresas que son realidades, no ficciones; empresas que existen y subsisten, pese a que no haya habido una gran batería de medidas destinadas a ellas. Pese a no haber tenido acceso a créditos blandos, ni a rentabilidades altas, su ritmo de creación se ha visto disminuido en menor medida que otras fórmulas jurídicas empresariales. Además se han destruido menos comparativamente a otras fórmulas empresariales. Pero, ¿durante cuánto tiempo más podrá seguir ocurriendo? A medida que la crisis económica siga instalada en nuestra sociedad, para nuestras empresas –para las que no caben, en opinión de algunas autoridades, la aplicación de las medidas promulgadas para las Pymes, a pesar de que una gran mayorías de ellas lo son–, mantener el empleo se convierte en toda una heroicidad. Para ellas, que no pueden renovar equipos y materiales por no tener acceso a financiación, que su cota de riesgo se ha visto aumentada… Para todas ellas se precisan cambios legislativos, propiciar su inclusión en las medidas que con carácter general se promulguen para las Pymes, favorecer su acceso a financiación con tipos de interés reducido, mantener las políticas sociales actuales y dotarlas de la financiación precisa, pues es precisamente, a través del desarrollo de más y mejores políticas sociales y medioambientales, dónde se pueden generar nuevos empleos y garantizar los existentes.