Publicado por: Coceta
Numero_11 / Opinión | Mie 01 - Oct - 2008

¿Internacionalizar o deslocalizar?

EDITORIAL

Mujer cosiendo

Prendas que se hacían en España se hacen en el norte de Marruecos, bajo fórmulas dudosas.

Ésta es la pregunta que surge cuando una empresa lleva su producción a otro país. La finalidad de este comportamiento y su forma de realizarlo es lo que hay que analizar para definir su actuación.

Si una empresa se radica en un país con unas condiciones laborales, fiscales o de materias primas “más ventajosas” que las del país del que proviene, es más que probable que se esté produciendo una deslocalización, cuya principal protagonista es la empresa multinacional. El problema es que lo que podía ser un cauce de mejora del entorno social, económico y laboral de las personas y los países en los que ubican se convierte en una operación financiera para lograr un mayor beneficio, generando consecuencias negativas en los países de origen.

Este modus operandi se ha producido y se produce en España, y las empresas que actúan trasladando su producción a otros países, para posteriormente comercializarla aquí, no siempre mejoran la economía ni las condiciones sociolaborales, ni preservan el medio ambiente de esos países. Muchas empresas que operan así se justifican alegando que cumplen la legalidad. Pero esto no es suficiente. ¿Cómo se puede permitir que un producto sea fabricado por menores, en jornadas extenuantes? ¿Cómo consentir instalaciones industriales que causan destrozos medioambientales irreparables? Cuando, además, los productos se venden al mismo precio que los aquí fabricados. ¡No! El cumplimiento de la legalidad no puede acallar la búsqueda de lo socialmente justo, realizando prácticas que en países como España están prohibidas.

Ante esto, ¿cómo han actuado los poderes públicos? ¿Se han preocupado por establecer medidas que ayuden a las empresas que aquí permanecen, que además son las que están compitiendo en peores condiciones (mayores cargas sociales y fiscales)?

Hay empresas que, por lograr un mayor beneficio al menor costo, no ven el límite entre lo legal y lo ético

Hay empresas para las que, por obtener un mayor beneficio al menor costo, el límite entre lo legal y lo ético no existe.

¿Y las cooperativas? ¿Por qué se ubican en otros países? ¿El empleo que generan allí va en detrimento del que se pudiera crear aquí? ¿Procuran la mejora de las condiciones sociales? ¿Y del entorno en el que actúan?

En el Dossier de este número se ofrecen testimonios de cooperativas que perdieron sus clientes porque las empresas que les encargaban trabajos los llevaron a otros países. Estas cooperativas, muchas del sector textil, se vieron abocadas a desaparecer, otras se reconvirtieron, mantuvieron empleos e incluso aumentaron. Se recogen ejemplos de cómo se puede crecer aquí y fuera, conjugando, con la promoción de la persona, la mejora del entorno en el que se actúa, sin distorsionar la competitividad. En definitiva, cómo se pueden hacer realidad los principios cooperativos, cómo se puede internacionalizar sin deslocalizar.

Paloma Arroyo es directora de Coceta y de este periódico.

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