Mujeres valientes
CARTAS A LA DIRECTORA
Bien y otra vez bien por las mujeres que se lían la manta a la cabeza, se atreven a unirse y montan sus propios negocios. Desde mi punto de vista es todo un ejemplo de valentía e ingenio dar salida al mercado, por ejemplo, a esa comidita casera que durante siglos hemos considerado una obligación y a menudo infravalorado (quien no haya dicho alguna vez a su madre y/o esposa con tono despectivo “¡otra vez lentejas!”, que levante la mano). Ello viene a demostrar que las diferencias en cuestión de sexos van cambiando, muy lentamente, pero cambian.
ALFREDO SILVA / LOGROÑO