¿Puede algo animar a Europa?
REVISTA DE PRENSA
Sí. La Unión Europea (UE) puede prosperar si sus dirigentes saben aprovechar el momento de la misma forma que hicieron hace 20 años (…).
Cuando los europeos temen por sus puestos de trabajo y sus ahorros, cuando a sus gobiernos y empresas no les resulta fácil pedir dinero prestado, cuando los bancos fallan y la moneda única tiembla, la UE no se enfrenta sólo una crisis económica, sino a una crisis política también.(…) Durante los últimos 18 meses los dirigentes europeos se han refugiado principalmente en la negación, los enfrentamientos y culpar a los mercados financieros. A pesar de un brote reciente de la austeridad y la puesta en marcha de un vasto fondo de rescate por sus economías más frágiles, Europa parece una fuerza disminuida en el mundo. En Asia y América se ha puesto de moda considerar estas carencias con desdén. Europa es el tiempo pasado, se dice. Pero una Europa enferma no beneficia a nadie (…). Si los líderes de la UE muestran un poco de coraje esta crisis ofrece la mejor oportunidad de recuperación desde la década de 1980. En esa década, cuando Europa Central y Oriental todavía formaban parte del bloque soviético, Europa sufrió un bajo crecimiento y alto desempleo (…).
La “Euroesclerosis”, como se le llamaba, bajo la presidencia de la Comisión Europea de Jacques Delors, llevó al mercado único en 1992 y un rejuvenecimiento de las instituciones europeas. Esas reformas sentaron las bases para uno de los periodos más dinámicos de la historia de la UE. Esa es toda una lección para los líderes de hoy.
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