Publicado por: Coceta
Numero_24 | Lun 10 - Oct - 2011

Las responsabilidades deben ser algo compartido

DOSSIER. GRANDES TEMAS DEL COOPERATIVISMO

Arantza Laskurain

ampliar imagen

Arantza Laskurain ocupa uno de los principales puestos directivos de la Corporación.

Arantza Laskurain Erteche ejerce, desde el 1 de febrero de 2010 la Secretaría General de Mondragón Corporación, uno de los grupos cooperativos más potentes del mundo. Licenciada en Derecho; máster de Consumo y máster en Dirección de Empresas, realizado en el Centro de Formación Cooperativo de Mondragón Corporación Coopera tiva, ha sido ?entre otras cosas? directora de Consumo de la cooperativa Eroski, editora de la revista Eroski (actual revista Consumer), y directora general de Consumo del Grupo Eroski. Además, fue presidenta de la Confederación Espa?ola de Cooperativas de Consumo y directora de la Fundación Eroski.

PREGUNTA: ?Cómo se ha sentido en su papel de mujer líder en una gran empresa?

RESPUESTA: Siempre he tenido la gran suerte de trabajar con personas muy inteligentes a mi alrededor. Por ello, particularmente no he tenido que pasar por algunas vivencias que otras compa?eras de otras organizaciones sí han debido pasar. En mi caso, en ningún momento me he sentido discriminada.

P: ?Cree que estar en el mundo cooperativo supone una diferencia notable sobre la mujer respecto a otros sectores empresariales?

R: Según mi experiencia sí. Claramente, el número de mujeres es mucho mayor que en la competencia. Esto es lo que he visto y lo que he vivido yo misma.

P: ?Se puede conciliar la vida laboral y personal?

R: En general en la sociedad estamos muy lejos de haber integrado la conciliación, se tengan o no hijos. No es fácil conciliar. Debe ser un proyecto de la propia sociedad, y eso tiene que estar instaurado en la propia pareja, en la familia y también en los ámbitos profesionales. He visto mujeres con hijos que además tienen cargos profesionales que requieren inmensas dosis de dedicación. El tema es que las responsabilidades deben ser algo compartido tanto dentro como fuera del trabajo. Las mujeres con altos cargos somos muy pocas y eso significa que algo, evidentemente, falla. Nos queda una asignatura pendiente. Los roles tienen que cambiar. Independientemente de que se tengan o no hijos, cada persona debe gestionar el tiempo en función de sus prioridades.

“Muchas de las mujeres que tenemos alrededor siguen haciendo lo que hacían antes y, además, lo profesional”

P: ?Cómo ha evolucionado el papel de la mujer dentro de la empresa?

R: He visto una gran evolución. He visto crearse un observatorio de igualdad y muchas iniciativas dirigidas a que las personas sean consideradas en su dimensión más completa. Todo ha ido evolucionando pero queda mucho trabajo por hacer.

P: ?Cuál es el punto más débil de esa evolución?

R: Las propias personas, indiferentemente del género. Eso significa que son necesarios cambios en algunos roles que están muy arraigados en la sociedad, y que están presentes en lo familiar y en lo profesional. Creo que es necesario que cambien roles, y que es un esfuerzo que deben hacer los hombres y las mujeres. Esperemos que las generaciones futuras interioricen esos cambios mejor que la nuestra.

P: La mujer, evidentemente, ha entrado en el mundo del trabajo de lleno. ?No trabaja el doble, en casa y en la oficina?

R: Muchas de las mujeres que tenemos alrededor siguen haciendo lo que hacían antes y además lo profesional. Eso no puede ser. Necesitamos equilibrios y una gestión de las prioridades ordenadas. Por otra parte, vemos que las abuelas tienen una educación con los nietos que es más un trabajo que el disfrute de los nietos. Con esto quiero decir que siguen habiendo comportamientos que en este momento ya no deberían existir. El trabajo que queda por delante y en el que hay que profundizar está en los hombres, que deben ocuparse también en lo familiar, y también en las mujeres que aceptamos cosas que no podemos aceptar.