Calza Sport, calzado de un pequeño pueblo que se ha abierto camino

Peñaranda de Bracamonte es una pequeña localidad salmantina entre cuyas actividades no destaca el calzado. Sin embargo, allí se ubica Calza Sport, una de las pocas, si no la única, empresa castellano-leonesa dedicada al calzado. Y, además, es una cooperativa.

Los socios de la cooperativa salmantina Calza Sport trabajan en la producción de zapatos en su fábrica de Peñaranda de Bracamonte.

Calza Sport es en la actualidad una de las empresas de referencia en Peñaranda de Bracamonte. Cuenta con 21 socios trabajadores, en un sector en el que la competencia cada vez es mayor, especialmente de los países asiáticos. La cooperativa ha sabido sortear todas las dificultades desde 1982 hasta la actualidad.

Pero llegar y mantenerse en esta posición no ha sido fácil. Sus orígenes están en línea con la naturaleza reactiva del cooperativismo propia de los años ’70 y ’80: empresa de capital con problemas que cierra y sus trabajadores, antes de perder sus empleos, optan por asumir los activos empresariales y sus responsabilidades derivadas para intentar continuar con la actividad. Esto ocurrió en 1982 con un grupo de 50 trabajadores que, como era habitual en este tipo de procesos, atravesaron no pocas dificultades para poner en marcha el proyecto cooperativo: al tratarse de un sector en crisis, no era fácil obtener financiación. No obstante, a pesar de los problemas, consiguieron arrancar la actividad, y además marcando diferencias con respecto a como se había desarrollado anteriormente.

Las claves del éxito

Una de las claves de éxito de Calza Sport fue la diversificación de la actividad. La empresa de la que procedían estaba especializada en un tipo de producción de zapatos conocida como “vulcanizado”. Sin embargo, fruto de sus visitas a Elche, localidad emblemática del calzado español, tomaron la decisión de poner en marcha, además del vulcanizado, una sección de calzado pegado, enfocada hacia el calzado de tiempo libre y de vestir para señora.

Los cooperativistas de Calza Sport han sabido entender que sus esfuerzos por mejorar la competitividad no debían ir a través de los precios sino a través de mejoras en la calidad y la rapidez.

Han realizado fuertes inversiones en tecnología, lo que les ha permitido diseñar y fabricar con mayor eficiencia y rapidez sus productos. Así, además de reducir los costes, han conseguido dar una respuesta rápida a las tendencias del mercado, cada vez más cambiantes. Se han especializado en zapatos con corte, forro y planta de piel, tejidos y sintéticos. Estos materiales son utilizados en dos líneas de calzado: vulcanizado y pegado.

En el primer caso la producción asciende a unos 100.000 pares anuales de zapatillas de señora y caballero, que se destinan en su totalidad a Francia. La sección de pegado tiene una producción anual de en torno a 70.000 pares, destinados sobre todo al mercado nacional, aunque también hay una parte que se exporta a Inglaterra, Italia y Portugal. Además, cuentan con una amplia red de ventas, incluyendo Francia, a través de representantes en París, Irún, Madrid, Castilla-La Mancha, País Vasco, Galicia, Extremadura, Andalucía y, por supuesto, Castilla y León.

Calza Sport tiene un importante compromiso con el movimiento cooperativo. Es una de las entidades fundadoras de Owen, Unión de Cooperativas de Salamanca, y participa activamente en sus iniciativas.